Las adicciones se han convertido en uno de los problemas de salud más críticos de la sociedad moderna, que cuestan muchas vidas y afectan a innumerables personas y familias. Hemos aprendido mucho en el siglo pasado que nos ayuda a comprender mejor la complejidad de las adicciones, sin embargo, también es evidente que los tratamientos convencionales no han hecho mella en esta epidemia social; por lo tanto, encontrar tratamientos alternativos que en realidad resulten efectivos es un imperativo médico y de derechos humanos.
Para el tratamiento de la adicción a la corriente principal, puede parecer paradójico emplear una sustancia psicotrópica que altera el estado de ánimo como una intervención válida para tratar esta afección. Sin embargo, existe evidencia consistente de que las plantas psicodélicas, utilizadas en rituales culturalmente vinculados, pueden tener resultados muy positivos para las personas que se recuperan de la dependencia de sustancias y otros desafíos de salud mental. Dentro de los caminos de la Iglesia Nativa Americana, el uso ceremonial del peyote, un pequeño cactus endémico del desierto mexicano, ha sido un catalizador importante para un cambio positivo en la vida de muchas personas indígenas dentro de EE. UU. Y Canadá que también se destaca como apoyo en su recuperación del alcoholismo y la drogodependencia. (1) (2)La psilocibina, un compuesto que se encuentra en los hongos psicoactivos y que se usa en las ceremonias tradicionales de los indígenas mexicanos, también se está estudiando actualmente como tratamiento adjunto para indicaciones como el alcoholismo y la dependencia de la nicotina con resultados prometedores. (3) (4) (5) (6)
Finalmente, cabe señalar que el uso tradicional de la planta de iboga en las ceremonias de Biwiti en África ha inspirado a las clínicas de ibogaína en expansión en todo el mundo como una vía alternativa para ayudar a los pacientes en la interrupción de la dependencia de opiáceos y otras condiciones de salud mental. (7) (8) Los resultados a largo plazo aún no se han evaluado, y es probable que varíen, según las indicaciones del tratamiento y la estructura profesional de los programas terapéuticos complementarios. Esto es cierto para el tratamiento psicodélico en general.
La ayahuasca se está utilizando como un recurso terapéutico basado en la medicina tradicional amazónica para el tratamiento de una amplia gama de dolencias psicológicas y psicosomáticas, y como catalizador para el crecimiento personal. (9) (10) Varios centros de retiros y programas de tratamiento de adicciones que ofrecen tratamientos asistidos por ayahuasca para la dependencia y otras condiciones crónicas de salud mental se han desarrollado en la cuenca del Amazonas. Uno de los proyectos pioneros en esta área es Takiwasi en Perú; un centro de tratamiento aprobado por el gobierno que ha integrado el uso ceremonial de ayahuasca dentro de un modelo de medicina tradicional y tratamiento intercultural. Ha tratado a cientos de pacientes con resultados muy significativos.
¿Cómo ayuda la ayahuasca en la recuperación?
Esta pregunta no puede responderse en términos simplistas. Se han sugerido varios mecanismos terapéuticos para explicar estos efectos. Desde un punto de vista biológico, podemos observar que estos compuestos de plantas interactúan en nuestros sistemas de neurotransmisores en lugares similares a los medicamentos psiquiátricos convencionales utilizados en el tratamiento de la depresión o las adicciones. (11) (12) Además, facilitan procesos de naturaleza psicológica que parecen tener un valor terapéutico importante. (13) (14) Muchas personas informan que las plantas sagradas facilitan la conciencia del yo y reestructuran el significado de la vida misma. Ambos son mecanismos muy importantes para tener éxito en cambiar los comportamientos autodestructivos y detener un ciclo adictivo.
La adicción a menudo se describe por falta de significado e impulsos irracionales caracterizados por actos semi-conscientes o inconscientes que resultan en frustración y sentimientos de vacío y depresión que alimentan el ciclo adictivo. Las personas pueden permanecer atrapadas en la negación de su problema durante años y complacientes con las consecuencias dañinas de su adicción. La ayahuasca, así como otras plantas psicoactivas en contextos cuidadosamente estructurados, pueden catalizar procesos psicológicos como la comprensión, la aceptación de problemas, la curación del trauma y los procesos espirituales que pueden ser pasos esenciales hacia la recuperación. Los resultados del tratamiento, sin embargo, pueden verse influenciados por varias variables. Estos incluyen la composición de la infusión y la dosis adecuada, la preparación psicológica y la preparación del paciente para la experiencia, la calidad de la orientación de la experiencia,(15)
¿Es el ayahuasca un tratamiento efectivo para las adicciones?
La evaluación científica de la eficacia del tratamiento asistido con ayahuasca es necesaria para que el tratamiento asistido con ayahuasca sea reconocido como un enfoque terapéutico legítimo para tratar la adicción y otros desafíos de salud mental. El Proyecto de resultado del tratamiento con Ayahuasca fue desarrollado en respuesta a esta necesidad de un equipo de investigación internacional multidisciplinario.
Dentro de este proyecto de investigación, era importante para nosotros considerar el tratamiento asistido por ayahuasca no como una intervención farmacológica sino como una intervención psicoterapéutica ritualista bien estructurada, como la que se encuentra en la medicina tradicional. Con este fin, seguimos un enfoque científico que cumple con la evaluación rigurosa de la eficacia terapéutica exigida por la medicina moderna y respeta la integridad de la ayahuasca como una herramienta terapéutica con raíces en la medicina indígena.
Con base en estudios preliminares e investigaciones en modelos animales de adicción, partimos de la hipótesis de que la psicoterapia asistida con ayahuasca producirá una mejora significativa en varias medidas psicométricas asociadas con la recuperación del trastorno por abuso de sustancias. Para probar esta hipótesis en el estudio piloto, los pacientes con dependencia crónica al alcohol serán reclutados en centros públicos de servicios de adicción en México, cuyos conceptos de tratamiento son compatibles con el tratamiento asistido con ayahuasca. Después de la detección de contraindicaciones físicas o psicológicas, 36 pacientes que están en condiciones de recibir ayahuasca se dividirán aleatoriamente en un grupo experimental y dos grupos de control. El grupo experimental asistirá a tres ceremonias de ayahuasca, complementadas por psicoterapia grupal e individual.
El primer grupo de control participará en tres sesiones de musicoterapia receptiva de la misma duración, y recibirá el mismo grupo y atención psicoterapéutica individual como grupo de tratamiento. Antes, después y entre las sesiones de ayahuasca o musicoterapia, ambos grupos recibirán atención psicoterapéutica estándar individual y grupal provista por un centro público para pacientes ambulatorios. El segundo grupo de control participará en la atención terapéutica estándar prestada por un centro público para pacientes ambulatorios. El progreso terapéutico de los pacientes en el grupo experimental y los dos grupos de control se evaluará con evaluaciones psicométricas durante 12 meses; estos datos se complementarán con entrevistas cualitativas y, si el financiamiento lo permite, también a través de una evaluación neurobiológica (fMRI y biomarcadores).
Referencias
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