Los beneficios se podrían agrupar en tres listas: FÍSICOS, PSICOLÓGICOS y ESPIRITUALES. Por un lado, entrar en contacto con lo numinoso, con el Ser, con el Absoluto, mediante los estados ampliados de consciencia; de otro, su uso en la solución de los diferentes trastornos a los que se enfrentan la psicología y la psiquiatría modernas.
SE USA EN TRATAMIENTOS PARA : • Adicciones a Drogas de Abuso. (alcohol, opioides, heroína, cannabis, nicotina, cocaína entre otras). • Adicciones a Medicamentos Controlados (antidepresivos, pastillas para el dolor, narcóticos etc.) • Adicciones a la Comida y al Azúcar. • Depresión. • Desorden hiperactivo y déficit de atención. • Profunda de desintoxicación orgánica. • Resistencia a la Pérdida de Peso. • Candidiasis y Parasitosis. • Hepatitis C. • Fatiga Crónica. • Desequilibrios hormonales. • Ansiedad Social y todo tipo de Fobias. • Herpes. • Disfunción Sexual. • Trastorno de Ansiedad. (ataques de Pánico, paranoia, tricotilomanía etc). • Trastornos de Personalidad. • Desordenes Obsesivo Compulsivo. • Trastorno de estrés post-traumático.
BENEFICIOS PSICOLÓGICOS: • Adicciones a Actitudes Disfuncionales. (celotípia, egocentrismo, negativismo, dependencias etc). • Baja Autoestima. • Adicciones Emocionales o Amorosas. • Infertilidad. (psicosomática) • Estrés. • Desamparo. • Crisis Existencial. • Desarrollar mejores habilidades de afrontamiento. • Aumentar la autoestima. • Mejorar las relaciones.
BENEFICIOS ESPIRITUALES: • Discordancias ancestrales y responsabilidad sobre Kharma y Dharma. • Aclarar y despejar bloqueos Mentales, Emocionales y Espirituales. • Reconectar el Alma e integrarla dentro del cuerpo. • Liberar los miedos patológicos y programaciones negativas. • Sanar enfermedades físicas. • Liberar el pasado. • Dar libertad y paz a la mente. • Abrir el corazón profundamente. • Volver a Nacer: Resetear la Mente, Espíritu y Cuerpo. • Restablecer los receptores cerebrales por medio de la neuroplasticidad. • Descubrir el propósito profundo de la vida. • Liberar los pensamientos Insidiosos y voces negativas de la cabeza. • Desintoxicar la glándula Pineal. • Activar el tercer ojo. • Eliminar la Matrix o el control inculcado. • Aliviar el Dolor. • Eliminar el estrés. • Encontrar respuestas profundas, asertivas, verdaderas y prácticas. • Disminuir la dispersión atencional, instaurando un estado de atención plena. • Comunicación con otras formas espirituales. • Claridad mental y de ideas hasta varios meses después. • Da confianza en el Ser y por tanto fuerza Ontológica. • Descubrir a Dios dentro de uno mismo. • Descubrir, asumir al Egregor Interior (la sombra, el ser inferior) para perdonarlo y trasformarlo en virtud.
Es natural que cuando leemos esta larga lista pensemos que es un fraude más, después de todo vivimos al interior de la Sociedad Adictiva, donde la adoración de la imagen, normalización de la falsedad y la exageración de las propiedades de los bienes de consumo son la norma y basta encender la televisión bombardeando con impactos publicitarios de que tal o cual aparato de ejercicios o bebida nos va a hacer absolutamente felices o infinitamente atractivos. O que tal marca de ropa nos va a dar la valía de la que carecemos y que las cosas externas o personas o propiedades, dinero o entidades espirituales, nos van a solucionar la existencia o a provocar un éxtasis infinito y así, la lista sigue. En el caso de la Ayahuasca es diferente.
La Ayahuasca lo que hace es allanar el camino hacia uno mismo. Nos lleva a un estado de Consciencia Unificada (supraconsciencia) haciéndonos brincar las barreras del Autoconcepto Disfuncional (ego) y lleva la memoria inmediata (Consciente) a un espacio de integración con la memoria relativa (subconsciente) y la memoria nula (inconsciente) es decir; haciendo consciente lo inconsciente, dando así la oportunidad de reconciliarse con procesos de significación disonantes que quedaron como nudos significativos (traumas, duelos inconclusos, abandonos, desamores etc.) Al poder revivir estos eventos a la Luz de la Consciencia Unificada, podemos desde la Supraconsciencia comprender los factores implicados en dicha situación, es decir, podemos acomodar dicha experiencia dentro de un contexto mayor: contextualizar el evento. El comprender los detalles que rodeaban a dicho trauma nos da la posibilidad de comprenderlo y perdonarlo. Liberándonos de dichos nudos, ampliando así nuestro contexto de significación (editando nuestra historia a una versión más realista) y por lo tanto aumentando nuestra esfera de acción (pudiendo perdonar, lo cual no es posible si no se comprende el hecho y todas sus implicaciones a profundidad). Esta liberación emocional va a incidir holográficamente en los demás potenciales implicados en dicho trauma: Sexual, motriz, racional, instintivo y emocional, y allí es donde se va a evidenciar la curación física. Es decir, cuando se cura el Alma (el ser primigenio) , se cura el cuerpo, la mente y el corazón.
Así, la Ayahuasca no es una medicina que cura solo un síntoma, sino que actúa el origen mismo de la disfunción: Los Procesos de Significación. Dicha curación se extiende en forma de arborescencia a las partes físicas y energéticas implicadas, sanando paulatinamente la parte implicada de cada potencial por sincronicidad. Esta curación que inicia en la esfera del YO, se va extendiendo a las demás esferas periféricas del Proyecto de Vida: a la Esfera de la Salud, a la Esfera de la Familia, a Esfera Social y a la Esfera del Trabajo y Vocación, incidiendo así la Ayahuasca ya no solo en la persona que la tomó, sino directamente en su familia e indirectamente en sus demás relaciones interpersonales. Es decir, un reacomodo energético sistémico.
La Ayahuasca o Yagé no es una moda más o una droga recreativa para alterar el estado de ánimo y anestesiar los estados de ánimo negativos o para escapar de nuestra vida insoportable o consumir estímulos. Para comprender un poco más su importancia ancestral es indispensable contextualizarla histórica y espiritualmente: La Ayahuasca, junto a otras importantes bebidas ceremoniales forma parte del Chamanismo Ancestral que nos llega desde la prehistoria. Es una de las cuatro vías para regresar a los orígenes de la espiritualidad humana: la vía chamánica, la vía gnóstica, la vía monacal y la vía mística. Las cuatro tienen una parecida visión cosmológica y viven en este mundo sin estar en él. También ofrecen un camino ascendente para llegar a ese mundo inefable, cargado de mensajes y símbolos que sólo perciben quienes desean ardientemente salvarse o iluminarse.
En una próxima publicación abordaremos más sobre estos cuatro caminos. Mainrad Cortés. Psicoterapéuta especialista en adicciones. (55) 607 50 600