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  • Foto del escritorAyahuasca y Psicoterapia

Ayahuasca Y Los Ancestros

Actualizado: 30 ene 2020



Desde la teoría de las Constelaciones Familiares de Bert Hellinger, el sistema familiar constituye un campo espiritual guiado por una fuerza común que obedece a determinadas leyes y al que pertenecen no sólo todos nuestros ancestros sino también aquellas personas que de alguna manera tuvieron importancia para el sistema.

Cuando alguien perteneciente al campo ha sido excluido, rechazado u olvidado se produce un desorden ya que el primer derecho que tienen las personas que conforman el sistema es el derecho a la vida y el segundo, es el derecho a la pertenencia.


Todas las partes deben ser incluidas y recibir su reconocimiento ya que como estas personas excluidas y olvidadas están conectadas con nosotros y se manifiestan en el presente, todo lo que no se honre y se pretenda excluir conducirá a la desunión y la patología. A través de un fenómeno de resonancia en el presente otro miembro estará destinado a representar inconscientemente a la persona excluida y se comportará de manera extraña con la finalidad de obligarnos a incluir al rechazado y así restablecer el orden sistémico. Por ejemplo, un niño debe tener derecho a querer a sus dos padres, si excluimos a alguno de ellos ese hijo posiblemente lo ‘sustituya’, presentando muchas dificultades, comportándose con los mismos defectos que rechazamos del otro y hasta convirtiéndose en un rival, lo que sería algo así como envenenarse con la sangre de la familia sin cumplir el propio destino. Estos ancestros necesitan que alguien los vea con amor y respeto y compense sus fracasos en vez de imitarlos.


Esta red familiar dirigida por una instancia superior que vincula a todos sus miembros y que actúa como una conciencia común, es comparable a una bandada de pájaros en la que, de pronto, todos giran en otra dirección como guiados por una fuerza superior que actúa en todos y permanece inconsciente. Uno repite una suerte que ni siquiera conoce, a través de la ‘conciencia familiar’ si alguien en la familia sufrió una injusticia, en el grupo surge la necesidad irresistible de compensación.


Existe una ‘conciencia de grupo’ que puede excluir a alguno de los miembros que considera diferente vengando las infracciones y a la vez una ‘conciencia sistémica’ que vela por el derecho de todo miembro que forma parte del sistema familiar.

Si bien estamos bajo el ‘control’ de esa conciencia que afecta nuestra libertad de acción, somos responsables de las consecuencias de nuestros actos sobre nuestro sistema relacional y tenemos la posibilidad de influir en el curso de las cosas. Necesitamos tener el valor de mirar con sinceridad lo que hacemos ya que las consecuencias perduran independientemente de sentirnos culpables o no. La responsabilidad recae en nosotros y si nos negamos a aceptarla algo se rompe en el alma.


Las Constelaciones Familiares reconocen que existe una transmisión de conflictos, preocupaciones familiares y comportamientos a través de las generaciones, que determinarán los problemas psicológicos actuales. Las Constelaciones Familiares son un método para delimitar conflictos de origen familiar y social que afectan a la vida cotidiana restableciendo el orden y la armonía no sólo del individuo que consulta sino del grupo familiar al que pertenece. Esto tiene efecto tanto en el pasado y el presente como también en las futuras generaciones ya que podrían evitar cometer los mismos errores que sus antepasados.


Según Bert Hellinger se trata de una terapia de reconciliación cuya finalidad consiste en devolver al orden algo que cayó en desorden.  La posibilidad de salir de una implicancia sistémica es visualizar una imagen de solución. “Implicancia significa que alguien en la familia, inconscientemente, vuelve a asumir y a vivir la suerte de otro miembro de la familia, anterior a él. Cuando, por ejemplo, en la familia se dio un hijo para la adopción –también pudo haber sido en la generación anterior-  más tarde alguien se comportará como si también hubiera sido dado, y no puede librarse antes de saber que se encuentra en una implicación sistémica. La solución toma el mismo camino a la inversa: la persona que fue dada para la adopción entra nuevamente en juego. Así, por ejemplo, se le incluye en la Constelación Familiar: de repente esa persona excluida se convierte en fuerza protectora para el que se encontraba identificado con ella. Cuando los excluidos son integrados y reconocidos de nuevo, se muestran afables con los descendientes.” (Bert Hellinger).

El sistema familiar está conformado por los padres, los abuelos, los bisabuelos, hermanos de los padres, hijos nacidos o abortados, cónyuges y novios anteriores de los padres y todo aquel que haya establecido vínculos significativos. Existe un Orden fundamental en todo sistema familiar que se rige por diferentes leyes. Todos deben ser incluidos, los únicos que pierden su derecho a la pertenencia son los asesinos. Quien sea responsable y culpable de una muerte ha perdido el derecho de pertenencia y tiene que abandonar el sistema. Si alguien que ha perdido la pertenencia no se marcha, un hijo lo hará en su lugar.

Todos tenemos parte en el destino y la culpa de nuestra familia. Compartimos las consecuencias de lo que otros en el sistema hacen asumiendo una deuda que no contrajimos, de la misma manera que lo que nosotros hacemos les afecta a ellos.


La injusticia ocurrida en generaciones anteriores es sufrida y representada posteriormente por otro miembro para que por fin se arregle, sin embargo esta compulsión a la repetición por sí misma no soluciona nada. La conciencia de grupo no conoce la justicia para los descendientes, sino únicamente para los antepasados,  ya que aquellos, siendo inocentes, deben asumir injustamente el destino de su antepasado. Liberarse de la identificación muchas veces ayuda a resolver los conflictos y mejorar la salud, ya que la enfermedad puede ser una necesidad de expiar lo sucedido. Por ejemplo, el cáncer podría tratarse de una reverencia no realizada. ‘No se puede dar lo que no se tiene y no se puede recibir lo que no se ha tomado con anterioridad de los padres.’ Quien reverencia y honra a sus padres se siente en profunda armonía con sus orígenes, convirtiéndose en un símbolo para realizar su destino.


La Ayahuasca nos permite entrar a estos campos de Conciencia de Grupo y de Conciencia Sistémica, conectar con el alma de la familia. Nos es raro que durante la ceremonia nos percatemos de secretos profundamente guardados de nuestros ancestros como adopciones, exclusiones, injusticias o incluso crímenes cometidos y sellados en el secreto, y olvidados excepto por sus síntomas visibles, como destinos infelices que nos esclavizan. Conectar, perdonar y hacer los cambios necesarios nos libera de estas influencias heredadas.

Cuando en ceremonia de Ayahuasca se trabaja en el sistema familiar, desde nuestro subconsciente aparece también la imagen de solución, una imagen interior que libera, sería el futuro del sistema que corresponde al Orden del Amor, donde cada miembro ocupa el lugar que le corresponde. Esta imagen interiorizada con el tiempo va desarrollando su influencia curativa tanto en el individuo como en todo su sistema. El trabajo gira en torno a la paz, el amor y la reconciliación. 

Mainrad Cortés. Bendiciones!






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